INVESTIGACIÓN HISTÓRICA

La Revolución de Temperley

Por Rolando Ríos
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La delicada situación política en 1893

La Revolución del Parque abrió un período de tumultos políticos liderados por el radicalismo. La fuerza, cuya personalidad más notoria era Alem (foto), cuestionaba la legitimidad de los gobiernos y se consideraba con derecho a alzarse revolucionariamente en nombre del pueblo.

Desde el primero de mayo de 1890, Julio A. Costa, sucediendo a Máximo Paz, ejercía la gobernación de Buenos Aires. En abril de 1892 se había consagrado —con abstención radical— la fórmula Luis Sáenz Peña—José Evaristo Uriburu. El 23 de julio del año siguiente Leandro N. Alem fue electo senador.

Para entonces, la Unión Cívica estaba fracturada en dos facciones: la Unión Cívica Nacional, liderada por Bartolomé Mitre y la Unión Cívica Radical, con Leandro N. Alem (foto).

El objetivo del movimiento revolucionario de 1893 era derrocar al Gobernador Costa. Las dos facciones de la Unión Cívica adhirieron a esta premisa. No obstante, sólo las milicias de la Unión Cívica Radical, acantonada en Temperley, pudieron llegar con fuerza hasta La Plata.

El 30 de julio de 1893, se había programado un gran acto público para celebrar la Revolución de 1890. Esta fue la excusa del estallido de movimientos revolucionarios en Buenos Aires, San Luis y Santa Fe. La Revolución buscaba el alzamiento simultáneo en 80 de los 82 partidos que integraban por entonces la provincia.

Leandro N. Alem
Leandro N. Alem

Leandro N. Alem

La lucha en Temperley y Lomas

El mismo 30 de julio Yrigoyen partió de su estancia "El trigo", de Las Flores, para tomar el pueblo, luego Azul y más tarde Sierra Chica. Simultáneamente llegaron a Lomas de Zamora, desde Buenos Aires, las fuerzas de la Unión Cívica Radical: Marcelo T. de Alvear (foto), Fernando Saguier y Felipe Senillosa. La Junta Revolucionaria fue presidida por Juan Carlos Belgrano, hijo del sobrino del creador de la Bandera.

Mientras tanto, las tropas de la Unión Cívica Nacional, que respondían a Bartolomé Mitre y eran comandadas por el general Manuel Campos, ponen en conocimiento del teniente coronel lomense Héctor Córdova que avanzarían tomando Avellaneda y de allí irían a Temperley, para marchar luego a La Plata. Córdova había sido uno de los fundadores de la Unión Cívica en Lomas y tenía, para llevar a cabo la tarea de los Nacionales en nuestra zona, al comisario Ocampo y a un grupo dirigido por Manuel Portela. El temor de los Nacionales era ser atacados por los Radicales. Debido a ello, habían dispuesto que 40 hombres armados defendieran la Iglesia, la Comisaría, la Municipalidad, el Club de Pelota y varios edificios alrededor de la Plaza Grigera de Lomas.

A las 4.20 se inició el ataque a la comisaría de Lomas de Zamora, y a las 5.50 la toma de la estación Temperley, nudo ferroviario que permitiría llegar a La Plata. El ferrocarril era un sistema neurálgico para el transporte de tropas para el asalto final a la capital de la Provincia.

Marcelo T. de Alvear
Marcelo T. de Alvear

Marcelo T. de Alvear

El Cantón Sansinena

Se estableció un cantón en la quinta Sansinena (foto). La propiedad, hoy Escuela de Comercio Tomás Espora, pertenecía a al Dr. Pastor Obligado, hijo del primer Gobernador del Estado de Buenos Aires. Gastón Sansinena había sido su anterior dueño.

Las fuerzas policiales leales al gobierno y destacadas en la zona, dispararon contra los revolucionarios desde una casa vecina, durante veinte minutos. En el encuentro murieron tres vigilantes. Tres policías que llegaron desde llegaron desde Adrogué, fueron recibidos a balazos. Uno cayó muerto; los dos restantes huyeron a caballo y dos revolucionarios resultaron heridos. Estos 4 fueron los únicos muertos durante el alzamiento.

El comisario Ocampo, quien originalmente debía dar apoyo a las tropas de la Unión Cívica Nacional en Lomas, ve cómo sus fuerzas disminuyen ante la deserción de Portela y Córdova. Este hecho cierra definitivamente la posibilidad de los Nacionales de Mitre de avanzar por Temperley, y evita además, un enfrentamiento de proporciones entre las dos facciones de la Unión Cívica. Ocampo, abandonado a su suerte y obligado a abandonar la revolución, acata la orden del gobierno provincial de combatir a las fuerzas radicales de Temperley. La reducida fuerza policial de Lomas es recibida a tiros y decide alejarse a Adrogué, y desde allí, a La Plata.

Las vías ferroviarias hacia La Plata fueron tapadas con tierra para evitar la circu­lación de trenes, siendo designado Jefe de la Estación, el ingeniero Dionisio Pardo, y del Cantón Sansinena, Pedro Gorostiaga. "La Nación" del día siguiente recoge con la firma de un corresponsal identificado como J. J. B. la descripción del combate por la Estación. La Junta Revolucionaria local fue encabezada por Victorio Grigera, a quien secundaban Jacinto Rosa, Tanelier y Juan Gerónimo Araujo.

Mientras tanto, y para evitar o demorar el desplazamiento de los radicales hacia La Plata, las fuerzas leales al Gobierno levantaron las vías a la altura de la estación Mármol. Mientras los radicales reparaban el tramo, un gran número de tropas comenzaron a concentrarse en Temperley.

Mansión Sansinena, Temperley
Mansión Sansinena, Temperley

Mansión Sansinena, Temperley

Martín Yrigoyen
Martín Yrigoyen

Martín Yrigoyen

Un ejército de 8.000 hombres

El día 31 se comenzó a reunir en Temperley el Ejército Revolucionario Radical, que contaba para su transporte con 3 locomotoras y 26 vagones. Al día siguiente el Coronel Martín Yrigoyen (hermano de Hipólito) arribó con 250 hombres. Ese mismo día fue convocada la Guardia Nacional de Lomas de Zamora y Almirante Brown, y se destacaron avanzadas a Claypole, Florencio Varela. Burzaco, Glew y Rivadavia.

En otro frente, el 1° de agosto, los Cívicos Nacionales derrotan a la Policía de Barracas, pero desisten de marchar a Lomas y Temperley ante el gran número de Radicales que allí se están acantonando. Así las cosas, las tropas Nacionales de Manuel Campos avanzan a La Plata por Quilmes.

El Ejército Revolucionario en Temperley comenzó en esos días su entrenamiento, ya que estaba constituido en su mayoría por civiles. Se establecieron guardias y rondines. Para el 2 de agosto la revolución contaba con 60 vagones y unos 3.000 hombres. El 3 de agosto, desde la zona Norte arribó a Temperley, Delfor del Valle con 500 hombres. Don Manuel Naón, según información de "La Prensa" fue designado Comandante Militar de Lomas de Zamora.

Ante la proximidad de las acciones bélicas, la Cruz Roja, a cuyo frente se encontraba el Presbítero Manuel Cortijo, con la colaboración del Médico Municipal, doctor Arzeno, establecieron en la Escuela de Varones N°1. y en la Escuela de las Hermanas de la Misericordia, hospitales de sangre para albergar hasta 100 heridos.

El domingo 6 de agosto el ejército tenía ya 8.000 hombres. Ese mismo día los batallones revolucionarios abandonaron sus cuarteles e iniciaron formaciones y prácticas de combate.

Desde Buenos Aires vinieron numerosas familias a visitar el pueblo convertido en campamento. Entre ellos, el payaso Frank Brown, que repartió yerba, azúcar y cigarrillos.

A las 13.15 arribó Leandro Alem con una comitiva, y fue recibido por Alvear y la junta revolucionaria. Hipólito Yrigoyen (foto) no estuvo. Hubo discursos y ovaciones. Llegado Yrigoyen, se reunió con Alem y Udaondo durante dos horas. Luego Alem y su comitiva regresaron a Buenos Aires, previa detención en Lanús. Nada se sabe de esta entrevista. Gálvez sostiene que se arregló en ella el entredicho entre los hermanos Yrigoyen: Martín, ansioso por atacar La Plata; Hipólito, renuente a derramar sangre.

Tropas radicales de la Revolución de Temperley
Tropas radicales de la Revolución de Temperley

Tropas radicales de la Revolución de Temperley

Hipólito Yrigoyen
Hipólito Yrigoyen

Hipólito Yrigoyen

La Convención radical y el asalto final

El ejército de la Unión Cívica Nacional, que avanzaba desde Avellaneda por Quilmes, fue detenido en combate por las fuerzas policiales del coronel Ramón Falcón en Ringuelet, a pocos kilómetros de La Plata.

El 7 de agosto, enterado Yrigoyen de la renuncia del Gobernador Costa, reunió la convención radical en la Casa Municipal de Lomas de Zamora. Concurrieron 66 delegados. A las 2 de la tarde se iniciaron las deliberaciones para elegir gobernador. El Dr. Hipólito Yrigoyen renunció en forma irrevocable a la candidatura y fue consagrado Juan Carlos Belgrano. En un acto insólito para la época, el flamante Gobernador hizo su declaración de bienes.

El Presidente Sáenz Peña (foto) no opone resistencia y decide entregar el gobierno provincial a las autoridades designadas por la Convención Radical de Lomas de Zamora. Así cesó el fuego. Era el 8 de Agosto.

Ese mismo día, el Ejército Revolucionario comenzó a abandonar Temperley, rumbo a La Plata, a la que arribó a las 5 de la tarde del día siguiente, ingresando por las calles 23 y 44. Allí fue recibido por el pueblo, con alborozo.

Juan Carlos Belgrano, gobernador elegido en Lomas de Zamora, se instaló en la Casa de Gobierno y fueron designados como Ministros, Abel Pardo en Gobierno, Marcelo T. de Alvear en Obras Públicas, y José Apellaniz en Hacienda.

Como primera medida, el Gobernador Belgrano ordena el desarme del Ejército Revolucionario.

Luis Sáenz Peña
Luis Sáenz Peña

Luis Sáenz Peña

El fracaso de la Revolución

Pero la revolución fracasa como consecuencia de una decisión de Hipólito Yrigoyen. Carlos Pellegrini (foto), quien había sido tomado prisionero, es dejado en libertad por orden de Yrigoyen. Un Congreso oficialista más la habilidad política de Pellegrini consiguen que se sancione la Ley de Intervención Federal a la Provincia. La provincia fue intervenida y el nuevo gobierno surgido de la Revolución, desplazado.

En las elecciones libres que siguieron, triunfó el candidato del Dr. Carlos Pellegrini, el Dr. Guillermo Udaondo.

El censo de 1895, dos años después de estos acontecimientos, dio para Lomas de Zamora 17.232 habitantes. El Ejército Revolucionario llegó a congregar 8.000 hombres, que se alojaron y alimentaron en nuestro partido varios días. Fácil resulta entonces comprender la significación que para Lomas de Zamora tuvieron estos acontecimientos.

Hoy, una calle de Temperley recuerda este hecho con el topónimo “Revolución de Temperley”.

Carlos Pellegrini
Carlos Pellegrini

Carlos Pellegrini

Fuentes

Néstor Alejandro Onsari. La Revolución de 1893. Los sucesos en Lomas de Zamora.
Norberto O. Candaosa. Lomas, los lomenses y las revoluciones.
Jorge N. Gualco - Alberto S. J. de Paula. Temperley, su historia y su gente.
Félix Luna. Historia de la Argentina.

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